Cada primer viernes de marzo, en el municipio de Indé Durango, se lleva a cabo la celebración religiosa en honor al Señor de los Guerreros en la población de San José del Tizonazo, en la que literalmente miles de personas se congregan para agradecer los milagros recibidos, pagar una promesa o departir y disfrutar de una de las celebraciones más importantes de la región, provenientes de los estados de Coahuila, Chihuahua, el propio Durango y connacionales radicados en Estados Unidos.
Siguiendo la indicación del C. Gobernador Estaban Villegas, de dar atención a los visitantes a tan importante acontecimiento anual, así como dar presencia al talento artístico de los municipio aledaños a través del Instituto de Cultura del Estado de Durango (ICED), participarán los días 28 y 29 de febrero, los grupos representativos de Santa María del Oro, Rodeo y Durango.
El miércoles se presentarán, representando al municipio de Rodeo, el Grupo de Danza Folklórica Xochipilli y el cantante Chema García. Del municipio de Santa María del Oro participará el Grupo de Danza Folklórica Ubamari del CBTA 64. El jueves se presentarán el Grupo de Danza Ometeotl, el Grupo de COBA-TEC en alianza con COBAED 22 y el Instituto Superior de Santa María del Oro, el Cantante Juan Ochoa y el Grupo Sierrero ITSSMO.
Las disciplinas de la danza y la música convergen en el escenario dispuesto para ofrecer sano esparcimiento de forma gratuita, a las familias y público que se dará cita en la celebración religiosa que trasciende al tener importancia en la cultura popular del Estado, que congrega a miles de personas que llegan en caravanas en lo que se convierte en una auténtica romería donde también se realiza una gran movilización-actividad comercial y económica que beneficia directamente a las familias originarias del municipio.
No se cuenta con registro escrito sobre el origen de la celebración del Señor de los Guerreros, solo lo que se ha heredado por tradición oral que la pieza del Jesús crucificado que se encuentra en el templo del poblado de San José del Tizonazo, dice que el cristo fue encontrado un primer viernes de marzo bajo un árbol de mezquite, lugar en el que se le construyó una pequeña capilla y un altar realizado en el mezquite en el que fue encontrado. De lo que sí se tiene registro, es del acontecimiento que data del 26 de junio de 1958, que, tras ser llevado en peregrinación desde Indé hasta el Tizonazo, la imagen empezó a sudar, acción que duró cinco horas.